Basado en el funcionamiento de la lengua humana y de las papilas ultrasensibles, el "concepto de lengua electrónica consiste en utilizar una paleta de sensores genéricos que reaccionan a una de componentes químicos determinados", resume en un comunicado Manel del Valle, químico de la Universidad Autónoma de .
La lengua española está integrada por 21 electrodos iónicos que reaccionan a diferentes sustancias, como amonio, sodio, nitratos o cloruros.
El espectro de señales que genera la lengua artificial se ha ido graduando en función de los diferentes tipos de cerveza que ha 'probado'.
Gracias a un análisis informático y un proceso automático "de aprendizaje supervisado", el "nos ha permitido diferenciar las principales categorías de cervezas estudiadas: schwarzbier (cerveza negra), lager, doble malta, pils, alsaciana y sin alcohol con una tasa de éxito de 81,9%", asegura del Valle.
En cambio, el órgano artificial es incapaz de reconocer las bebidas de las que desconoce la 'firma' química (mezcla de cerveza y de soda, otras bebidas), prueba de su fiabilidad según los expertos.
"Estas herramientas podrían dotar a los robots con un sentido del gusto" y podrían incluso llegar a "sustituir a los catadores en la industria alimentaria para mejorar la calidad y la regularidad de los productos destinados al consumo", según el estudio. AFP
Fuente: informe21.com